Hace unos pocos meses no hubiera imaginado que tendría una empresa, una web y un blog. Anticipo que soy bastante profano en el mundo de las redes sociales, no tanto quizás en el de los foros donde normalmente uno se acerca para tener segundas opiniones, asegurar la adecuada adquisición del momento o tener diversas perspectivas o realizar a petición, el consiguiente aporte sobre temas variados a petición de los foreros.

La idea de abrir un blog en la página web fue completamente nueva e ilustrativa, pensé en crear una página sólida para la empresa. No obstante, mi gran amigo de la infancia el señor don Vito (Alvaro C.). Que de manera totalmente altruista y sacando horas de donde no tiene el buen hombre, empezó armando la web y el blog, como hizo hace un tiempo con la suya www.coordenadasconhistoria.com (muy interesante por cierto) así como dándome unas primeras clases magistrales de edición para que algún día, no muy lejano pueda montar solo en bicicleta. Me aconsejó entonces de hacer también un blog de manera que pudiera siempre actualizarla y brindarle movimiento y vida.

Entonces, que mejor manera en el ámbito de la cultura y revalorización del territorio circundante que poder hacer participe a todo el mundo que quiera en los descubrimientos, eventos, historias, anécdotas y leyendas que se acontecen. En los pueblos más remotos, despoblados y primitivos de Asturias.

La empresa de arqueología nace como consecuencia de una serie de factores ambientales y conjunciones astrales" muy curiosas que más adelante en otras publicaciones contaré con más detalle.

Como el dejar mi ciudad natal de Madrid (España) junto con mi mujer Giulia, también arqueóloga y antropóloga física y mi hija pequeña para embarcarnos en un cambio de vida, virando 180° en dirección a nuestro propio camino.

Iba a poner destino, al quedar muy bien a nivel poético pero es demasiado cerrado y conductista. Casi como si supiera que será de nosotros mismos, cuando solo el destino conoce su propia puntualidad.

En cambio camino, en ruta hacia la ruralidad, hacia nuestro tiempo, ser dueño o al menos arrendatario de esta singular constante durante el periodo cronológico que podamos. Marcados por el sol y las estaciones del año. Buscando relaciones humanas más sencillas y cercanas en lo cotidiano. Que son de alguna forma, menos adulteradas por esa gran civilización de las grandes metrópolis que son cada vez más frías y distantes. Sobretodo desde este nuevo ciclo histórico salpicado por la pandemia y la abusada digitalización. Que nos hacen ser menos sociedad y más individuo individualizado.

Como pensamos con mi pareja, esto es un cambio, un nuevo camino que esperamos desde hace años, quizás toda la vida. Que ahora se presenta, no sin antes haberlo buscado, luchando contra viento y marea para conseguir este primer paso y estamos seguros que ante todo vamos a disfrutarlo.

Aquí os espero en el blog o en la página. Para cualquier servicio, a disposición de quien quiera. Tenéis mi correo electrónico para cualquier duda, aclaración o aporte que requiera una revisión con más detenimiento a arqueorural@gmail.com

Si tenéis algún lugar interesante olvidado de la mano del tiempo para descubrir, se podría siempre documentar, catalogar y valorizar para que no caiga en algo peor que su propio olvidó, su destrucción y expolio. Haciendo participar de ello a las administraciones públicas, privadas así como a las asociaciones culturales que estén interesadas.